Fue publicado en el Boletín Oficial de este miércoles el Decreto de Necesidad y Urgencia 440/2024 que otorga la ayuda económica de $ 70.000 destinado a los titulares de jubilaciones y pensiones de la ANSES, beneficiarios de la PUAM y de la Pensiones No Contributivas por vejez, invalidez, madre de siete hijos o más y todas las otras pensiones contributivas y las graciables que paga la ANSES cuyos haberes no superen el haber mínimo jubilatorio de $ 206.931,10 (Resolución 188/2024) y una suma proporcional a aquellos que superen el haber mínimo hasta alcanzar los $ 206.931,10.
Perdida contra la inflación
Si el bono previsional hubiera recibido los aumentos de la movilidad, en junio debería ser de $ 107.653 en lugar de los $ 70.000. Esta diferencia de $ 37.653 afecta a casi 6 millones de jubilados y pensionados que cobran haberes mínimos.
En diciembre 2023 el bono fue de $ 55.000. Hasta junio, la movilidad alcanza al 95,73% (marzo 27,18%+ 27,39% abril, + 11.01% mayo+ 8,83% junio). En cambio, el bono pasó de $ 55.000 a $ 70.000 una suba del 27,2%. Si a los $ 55.000 se les aplica el 95,73% de la movilidad semestral, arrojaría $ 107.653
No es éste el único perjuicio. El bono no se computa para el cálculo del medio aguinaldo. En consecuencia, esos jubilados y pensionados pierden de cobrar $ 35.000 en junio sobre el bono de $ 70.000 o $ 53.826,50 si se hubiese aplicado la movilidad.
De esta manera, por no aplicar la movilidad y no integrarse al haber corriente, los que cobran el bono tienen en junio un ingreso inferior de $ 37.653 +$ 53.826,50. En total $ 91.479,50 menos. Por esta razón, los jubilados de haberes mínimo perdieron versus la movilidad y también versus la inflación esperada a junio que podría rondar entre el 85% y 90%.
A menor haber, mayor es la pérdida por el mayor peso del bono por cuanto los de la PUAM cobran el 80% del haber mínimo y los de las PNC el 70%.
No está en el programa del Gobierno corregir esta pérdida del poder de compra de la gran mayoría de los jubilados y pensionados. Al contrario, la estrategia es seguir licuando el bono hasta reducirlo a tal nivel que en determinado momento quede suprimido. El bono de $ 70.000 fue fijado en marzo y se mantiene sin cambios en los 3 meses siguientes.
Por el alcance del bono –unos 6 millones de jubilados y pensionados- y la magnitud del congelamiento, la licuación de los pagos previsionales son los que mayor incidencia tienen en la reducción del gasto público.